Viajar a Japón
Si estás pensando viajar a Japón, ¡adelante! Es un paraíso para el viajero. Su singularidad es capaz de provocar dosis continuas de admiración sin altibajo alguno. De hecho, realizar un viaje por el país nipón es notablemente confortable, incluso con la barrera del idioma, aunque nunca llega a resultar familiar.
Alojarse en un ryokan (hotel tradicional japonés) es maravillosamente diferente a hacerlo en un hotel al uso. Sumergirse desnudo en un onsen(baño termal) con un montón de extraños quizá resulte raro al principio, pero es el colmo de la relajación. Sentarse en un tatami vestido con un quimono y comer pescado crudo y verduras de montaña puede que no sea lo más habitual, pero será una experiencia que no olvides nunca.
Japón es una civilización única que, aún hoy en día, conserva el contraste entre tradición y modernidad. El país del sol naciente está repleto de templos, santurios y lugares de oración que suelen estar inmersos en plena naturaleza. ¡Una auténtica invitación a la espiritualidad!
Las maravillas naturales de Japón son otro motivo para querer perderse por este país. Los Alpes Japoneses; las playas de Okinawa; los remotos parajes de Hokkaido o el volcán del Monte Fuji son un ejemplo de la riqueza natural japonesa.
Tokio es la metrópoli por excelencia. Es una ciudad de ritmo frenético que ofrece miles de opciones culturales o de ocio. El contrapunto perfecto de esta vorágine se encuentra en Kioto, una ciudad llena de templos milenarios, jardines zen, antiguos barrios de geisha, callejuelas con casas tradicionales… Un ambiente único para descubrir en primera persona.
Cuándo viajar a Japón
La mejor época para viajar a Japón son los meses de primavera, o lo que es lo mismo, entre marzo y mayo. Durante la primavera el clima es muy suave y tiene lugar el festival de floración de los cerezos, momento en el que los parques de todo el país se llenan de flores. ¡Un auténtico regalo para los sentidos!
Qué ver
- Onsen: no hay nada comparable a entrar en una bañera natural de un onsen (fuente termal) al aire libre. Todos los músculos se relajan y sientes como la tensión de tu día a día se va poco a poco. Recomendamos las fuentes termales de Noboribetsu Onsen (Noboribetsu, Hokkaidō) y Nyūtō Onsenkyō (Senboku, Akita).
- Los cerezos en flor: los mejores lugares para ver este espectáculo de la naturaleza son Ueno-kōen en Tokio y Maruyama-kōe en Kioto.
- Kioto: esta ciudad está poblada de templos, sus visitantes disponen de más de 1.000 templos que visitar. No te puedes perder el templo de Kinkakuji y el templo Hōnen-in o Shōren-in. Otro de los grandes atractivos turísticos de Kioto son los jardines, visita durante tu viaje los de Ginkaku-ji, Ryōan-ji y Tōfuku-ji. Antes de despedirte de Kioto tienes que hacer lo posible por ver los bailes de las geishas, un auténtico espectáculo lleno de color y música tradicional.
- Oku-no-in en Kōya-san: un complejo formado por el mayor cementerio de Japón con más de 200.000 tumbas de todas las formas, tamaños y épocas; 120 templos y una universidad donde se enseña estudios religiosos.
- Bosque de bambú de Arashiyama: uno de los lugares con más magia de todo el país es este bosque de bambú con tallos enormes que hacen imposible capturarlos completamente en una fotografía.
- Tokio: lo que destacamos de la capital de Japón es los restaurantes y las tiendas. Si vas a Tokio tienes que vivir la experiencia de una tarde de compras en esta ciudad. ¿El mejor restaurante de sushi? Sukiyabashi Jirode Jiro Ono el primer chef de sushi en conseguir las tres estrellas Michelín.
- Ogasawara: un archipiélago compuesto por varias islas subtropicales de arena blanca en cuyas aguas habitan cientos de especies.
Gastronomía de Japón
El sushi es con diferencia el plato más conocido de la gastronomía de Japón, pero la cocina japonesa es mucho más que sushi. ¿Qué tienes que probar aquí? Kaiseki en Kioto; ternera de Kobe o de Hida; gyozas en Utsunomiya; y okonomiyaki, udon, yakitori o takoyaki en los puestos callejeros. También te recomendamos comer onigiri; udón; bentō; ramen o tempura.
En cuanto a postres, no dejes de probar wagashi, kakigori; kasutera; taiyaki o mochi.
Y para beber no dejes de probar el sake y, por supuesto, el té verde.