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Luna de miel en Indonesia

Atardecer en Indonesia, luna de miel de Bhárad

Cierra los ojos y piensa en el lugar idóneo para tu luna de miel. Si buscas un destino donde disfrutar de la naturaleza, dar la bienvenida al día tras una larga noche de fiesta y bucear en la historia de una cultura milenaria. ¿Te vienes a Indonesia? Un país que impresiona, fascina e inspira. Un lugar apto para el deleite de tus cinco sentidos. ¿Estás preparado? Comienza la aventura.

En Bhárad convertimos tu viaje de novios en una experiencias única e inolvidable. Por eso, queremos que conozcas Indonesia de un modo diferente. Recorrerás los Montes Maoke de Papúa; los bosques de Sándalo de Sumba; la densa jungla de Borneo; y los arrozales de Bali y Java.

Si te gusta el submarinismo, podrás descubrir los arrecifes infinitos que se esconden bajo el mar. Si prefieres el surf, disfrutarás de sus rompientes, que están posicionados entre los mejores del planeta. Si eres amante de ambos deportes, ¡estás de enhorabuena!

Indonesia es, además, un crisol de pueblos y culturas. Tendrás la sensación de haber subido en la máquina del tiempo cuando te pierdas por Bali; pasees por los pueblos de la Edad de Piedra de Papúa; visites a los toraja de Sulawesi; conozcas a los artesanos de Java y seas uno más en la muchedumbre de los centros comerciales de Yakarta.

Viajar a Indonesia es perderse en una remota playa de arena blanca y aguas cristalinas. Estar en plena comunión con la naturaleza. Empaparse de historia y cultura. Conseguir que la noche se haga infinita. Desconectar con occidente para conectar plenamente con el mundo oriental.

Si buscas una luna de miel en el paraíso, Bhárad te lleva

Pocas islas condensan la espiritualidad y hedonismo de Bali, un santuario hindú dentro del archipiélago indonesio, el país musulmán más poblado del orbe. Sea por sus playas salpicadas con pagodas o por la sutil sofisticación de su danza, Bali lleva más de un siglo atrayendo a los viajeros. Por eso, ¡tienes que vivir esta experiencia durante tu luna de miel!

El frenesí de Kuta suele ser el punto de inicio de un itinerario que, partiendo de las playas del vértice sur de la isla, nos lleva hacia Ubud, epicentro cultural de Bali. Es el mejor lugar para encontrarse con el legado artístico de Indonesia, al que le dan forma los teatros de sombras de marionetas, las terrazas de arroz y la danza balinesa. Los delicados movimientos de las bailarinas de legong al son del gamelán, un ensamble musical de gongs, flautas de bambú y xilófonos, son todo un deleite para la vista y el oído.

campo de arroz en Indonesia, destino de luna de miel de Bhárad

Si después del ajetreo de la boda necesitas descansar la mente, Ubud es un destino fundamental en tu luna de miel. Conocido por sus centros de meditación, desde el lanzamiento del éxito editorial Come, reza, ama, cada vez son más los occidentales que peregrinan a la isla con la esperanza de encontrar a los curanderos espirituales que guiaron a Elizabeth Gilbert en su búsqueda interior.

Una ruta de hora y media por sinuosas carreteras secundarias nos llevará hasta Jatiluwih, nombrado Paisaje Cultural Patrimonio por la Unesco. En este rincón indonesio, el arte de las terrazas de arroz dibuja el paisaje interior de la isla de Bali, todo un deleite para la vista. El arroz es un producto vital en Indonesia, de ahí que los campesinos dediquen sus oraciones a la diosa Dewi Sri para que les conceda buenas cosechas.

El oído descansará gracias al silencio de los devotos campesinos del interior, un silencio que contrasta con el bullicio de las playas del sur.  

Si ponemos rumbo a las playas del norte, la ruta muere en los magistrales templos de Besakih y el venerado volcán Agung.

Una luna de miel que incluye bullicio y sosiego en Denpasar

Desde Denpasar, capital de Bali, una isla con 145 kilómetros de longitud, algo más grande que Cantabria, llegamos por carretera a Kuta, la meca del turismo joven. Sus laberínticas callejuelas son un caleidoscopio de cafés, hostales, bares y tiendas de artesanía. A pesar del bullicio, esta playa es ideal para una sesión de masajes o para una clase de surf. El sosiego se encuentra en los barrios de Legian y Seminyak, lugares concebidos para un viajero más tranquilo y exigente.

A una hora de Kuta, se erige sobre un peñón, vapuleado por las olas, el sublime templo de Tanah Lot. Durante siglos, los peregrinos han accedido a él aprovechando la marea baja. Las pagodas recortadas por el atardecer son, en realidad, un tributo para apaciguar a las bestias del inframundo que habitan en los océanos, según la cosmogonía local. Lo más sensato es visitar Tanah Lot por la mañana, para evitar la afluencia de turistas ávidos por conseguir la foto del templo bajo la luz crepuscular.

La siguiente propuesta activa de nuevo el sentido de la  vista. Recorrer la costa oeste de la isla regala un paisaje salpicado por playas vírgenes, punteadas por templos.

Al cruzar el macizo volcánico, que da forma el centro de la isla, la carretera deja atrás los arrozales para llevarnos hasta las aldeas, donde parece que el tiempo se hubiera detenido hace décadas.

Continuamos alimentando el sentido de la vista, cuando llegamos al lago Bratane irrumpe en el paisaje el templo hindú-budista UlunDanu. Imposible no caer hechizado por la imagen que nos regala el reflejo de su pagoda de once estratos, la cifra máxima permitida en un templo balinés. Es momento de recogimiento. De enriquecer ahora el alma.

pagoda de Indonesia, uno de los destinos de luna de miel de Bhárad

El sentido del gusto lo pondrás a prueba gracias a la rica oferta gastronómica que ofrece Indonesia. Una cocina que invita a degustar platos clásicos balineses como el satelilit –bocados de carne molida con coco rallado–, el pato ahumado, el gado o la ensalada de hortalizas, acompañada de salsa de cacahuete y galletas de camarones.

No te puedes marchar de Indonesia sin disfrutar de un paseo rural, por senderos flanqueados de estatuas de dragones y puentecillos repletos de musgo, que conducen al Bosque de los Monos, un santuario que tiene una doble función: sirve como centro de investigación y como lugar de veneración a los macacos que lo habitan.

Sin duda, Indonesia es una de las mejores opciones para tu luna de miel. Un viaje para los sentidos, un viaje para ser recordado, un viaje a medida.

¿Qué contarás a la vuelta?

  • Lo rico que estaba el satelilit (bocados de carne molida con coco rallado)
  • Tu cara de asombro al visitar el templo hindú-budista UlunDanu
  • El masaje que te diste en tu luna de miel
  • Tu sesión de meditación en Ubud y no recordar a Julia Roberts
  • Las espectaculares fotos del templo de Tanah Lot rodeado por el mar
  • Tu clase de surf en Kuta
  • La primera vez que viste las terrazas de arroz
  • Cuando intentaste imitar a las bailarinas balinesas
  • Los arrecifes que descubriste practicando submarinismo

Luna de miel en Indonesia

Atardecer en Indonesia, luna de miel de Bhárad

Cierra los ojos y piensa en el lugar idóneo para tu luna de miel. Si buscas un destino donde disfrutar de la naturaleza, dar la bienvenida al día tras una larga noche de fiesta y bucear en la historia de una cultura milenaria. ¿Te vienes a Indonesia? Un país que impresiona, fascina e inspira. Un lugar apto para el deleite de tus cinco sentidos. ¿Estás preparado? Comienza la aventura.

En Bhárad convertimos tu viaje de novios en una experiencias única e inolvidable. Por eso, queremos que conozcas Indonesia de un modo diferente. Recorrerás los Montes Maoke de Papúa; los bosques de Sándalo de Sumba; la densa jungla de Borneo; y los arrozales de Bali y Java.

Si te gusta el submarinismo, podrás descubrir los arrecifes infinitos que se esconden bajo el mar. Si prefieres el surf, disfrutarás de sus rompientes, que están posicionados entre los mejores del planeta. Si eres amante de ambos deportes, ¡estás de enhorabuena!

Indonesia es, además, un crisol de pueblos y culturas. Tendrás la sensación de haber subido en la máquina del tiempo cuando te pierdas por Bali; pasees por los pueblos de la Edad de Piedra de Papúa; visites a los toraja de Sulawesi; conozcas a los artesanos de Java y seas uno más en la muchedumbre de los centros comerciales de Yakarta.

Viajar a Indonesia es perderse en una remota playa de arena blanca y aguas cristalinas. Estar en plena comunión con la naturaleza. Empaparse de historia y cultura. Conseguir que la noche se haga infinita. Desconectar con occidente para conectar plenamente con el mundo oriental.

Si buscas una luna de miel en el paraíso, Bhárad te lleva

Pocas islas condensan la espiritualidad y hedonismo de Bali, un santuario hindú dentro del archipiélago indonesio, el país musulmán más poblado del orbe. Sea por sus playas salpicadas con pagodas o por la sutil sofisticación de su danza, Bali lleva más de un siglo atrayendo a los viajeros. Por eso, ¡tienes que vivir esta experiencia durante tu luna de miel!

El frenesí de Kuta suele ser el punto de inicio de un itinerario que, partiendo de las playas del vértice sur de la isla, nos lleva hacia Ubud, epicentro cultural de Bali. Es el mejor lugar para encontrarse con el legado artístico de Indonesia, al que le dan forma los teatros de sombras de marionetas, las terrazas de arroz y la danza balinesa. Los delicados movimientos de las bailarinas de legong al son del gamelán, un ensamble musical de gongs, flautas de bambú y xilófonos, son todo un deleite para la vista y el oído.

campo de arroz en Indonesia, destino de luna de miel de Bhárad

Si después del ajetreo de la boda necesitas descansar la mente, Ubud es un destino fundamental en tu luna de miel. Conocido por sus centros de meditación, desde el lanzamiento del éxito editorial Come, reza, ama, cada vez son más los occidentales que peregrinan a la isla con la esperanza de encontrar a los curanderos espirituales que guiaron a Elizabeth Gilbert en su búsqueda interior.

Una ruta de hora y media por sinuosas carreteras secundarias nos llevará hasta Jatiluwih, nombrado Paisaje Cultural Patrimonio por la Unesco. En este rincón indonesio, el arte de las terrazas de arroz dibuja el paisaje interior de la isla de Bali, todo un deleite para la vista. El arroz es un producto vital en Indonesia, de ahí que los campesinos dediquen sus oraciones a la diosa Dewi Sri para que les conceda buenas cosechas.

El oído descansará gracias al silencio de los devotos campesinos del interior, un silencio que contrasta con el bullicio de las playas del sur.  

Si ponemos rumbo a las playas del norte, la ruta muere en los magistrales templos de Besakih y el venerado volcán Agung.

Una luna de miel que incluye bullicio y sosiego en Denpasar

Desde Denpasar, capital de Bali, una isla con 145 kilómetros de longitud, algo más grande que Cantabria, llegamos por carretera a Kuta, la meca del turismo joven. Sus laberínticas callejuelas son un caleidoscopio de cafés, hostales, bares y tiendas de artesanía. A pesar del bullicio, esta playa es ideal para una sesión de masajes o para una clase de surf. El sosiego se encuentra en los barrios de Legian y Seminyak, lugares concebidos para un viajero más tranquilo y exigente.

A una hora de Kuta, se erige sobre un peñón, vapuleado por las olas, el sublime templo de Tanah Lot. Durante siglos, los peregrinos han accedido a él aprovechando la marea baja. Las pagodas recortadas por el atardecer son, en realidad, un tributo para apaciguar a las bestias del inframundo que habitan en los océanos, según la cosmogonía local. Lo más sensato es visitar Tanah Lot por la mañana, para evitar la afluencia de turistas ávidos por conseguir la foto del templo bajo la luz crepuscular.

La siguiente propuesta activa de nuevo el sentido de la  vista. Recorrer la costa oeste de la isla regala un paisaje salpicado por playas vírgenes, punteadas por templos.

Al cruzar el macizo volcánico, que da forma el centro de la isla, la carretera deja atrás los arrozales para llevarnos hasta las aldeas, donde parece que el tiempo se hubiera detenido hace décadas.

Continuamos alimentando el sentido de la vista, cuando llegamos al lago Bratane irrumpe en el paisaje el templo hindú-budista UlunDanu. Imposible no caer hechizado por la imagen que nos regala el reflejo de su pagoda de once estratos, la cifra máxima permitida en un templo balinés. Es momento de recogimiento. De enriquecer ahora el alma.

pagoda de Indonesia, uno de los destinos de luna de miel de Bhárad

El sentido del gusto lo pondrás a prueba gracias a la rica oferta gastronómica que ofrece Indonesia. Una cocina que invita a degustar platos clásicos balineses como el satelilit –bocados de carne molida con coco rallado–, el pato ahumado, el gado o la ensalada de hortalizas, acompañada de salsa de cacahuete y galletas de camarones.

No te puedes marchar de Indonesia sin disfrutar de un paseo rural, por senderos flanqueados de estatuas de dragones y puentecillos repletos de musgo, que conducen al Bosque de los Monos, un santuario que tiene una doble función: sirve como centro de investigación y como lugar de veneración a los macacos que lo habitan.

Sin duda, Indonesia es una de las mejores opciones para tu luna de miel. Un viaje para los sentidos, un viaje para ser recordado, un viaje a medida.

¿Qué contarás a la vuelta?

  • Lo rico que estaba el satelilit (bocados de carne molida con coco rallado)
  • Tu cara de asombro al visitar el templo hindú-budista UlunDanu
  • El masaje que te diste en tu luna de miel
  • Tu sesión de meditación en Ubud y no recordar a Julia Roberts
  • Las espectaculares fotos del templo de Tanah Lot rodeado por el mar
  • Tu clase de surf en Kuta
  • La primera vez que viste las terrazas de arroz
  • Cuando intentaste imitar a las bailarinas balinesas
  • Los arrecifes que descubriste practicando submarinismo