Luna de miel en Nueva Zelanda
Una luna de miel en Nueva Zelanda es un acierto. Hablamos de la tierra de los paisajes. Tiene bosques tropicales, glaciares, lagos, fiordos, volcanes, zonas termales… Su diversidad paisajística ha hecho del país el escenario por excelencia de los documentales sobre naturaleza y el set de rodaje natural de famosas películas como la saga de El Señor de los Anillos. Una tierra colmada de belleza que se ha convertido en uno de los destinos estrella para aquellas parejas que quieren disfrutar de su luna de miel en un país repleto de encantos.
Luna de miel en Tierra Media
Nueva Zelanda un país pequeño, similar en tamaño a Gran Bretaña o Japón, pero tan lleno de lugares mágicos que exige una buena planificación para poder sacarle el máximo jugo. Con una población de sólo cuatro millones de habitantes, es un país poco habitado y especialmente cálido con los visitantes. En palabras de un antiguo proverbio maorí: “He aha te mea nui o te ao? He tangata! He tangata! He tangata!” (“¿Qué es lo más importante del mundo? ¡Es la gente! ¡Es la gente! ¡Es la gente!”).
Lo ideal es recorrer la isla empezando por el sur para acabar en el norte. El punto de inicio más común es ChristChurch, desde donde podemos ir rumbo sur para visitar la colonia de Pingüinos de Oamaru. Si te gusta la fauna, podrás observar albatros, pingüinos y leones marinos en la Península de Dunedin.
Si lo tuyo son las emociones fuertes, tienes que ir a Queenstown, donde hallarás la mayor variedad de deportes de aventura que puedas imaginar. Una de las experiencias más recomendables se practica en el Cañón Shotover y consiste en navegar en un bote con motor a reacción a lo largo del cañón a alta velocidad.
Un paseo a bordo mucho más relajado es el que puedes realizar en el Lago Manapouri, el más bello de toda Nueva Zelanda. Desde allí podrás dirigirte a los fiordos de Milford Sound y de Doubtful Sound, verdaderas maravillas de la naturaleza.
Caminando entre glaciares y volcanes
La diversidad paisajística de Nueza Zelanda es amplísima. De lagos y fiordos bucólicos, puedes pasar a caminar entre glaciares. Es el caso del Fox Glacier, donde podrás practicar un trekking suave, o del Franz Josef Glacier, a donde podrás subir en helicóptero viviendo una experiencia asombrosa y única.
Y pasados los glaciares, cual héroe de El Señor de los Anillos, puedes llegar a Mordor, o lo que o lo que es lo mismo el Tongariro National Park, situado ya en la isla norte, repleto de volcanes espectaculares. Aunque la zona volcánica por excelencia la encontrarás en Waimangu Volcanic Valley, cerca de la ciudad de Rotorua, cuyos alrededores, como Wai-O-Tapu, el mayor parque geotermal del país, están repletos de zonas para darse baños termales.
Cerca de esta zona podrás visitar Hobbiton, el poblado de los Hobbis y visitar la caverna de las luciérnagas de Waitomo, una experiencia bellísima.
Luna de miel entre maoríes
Kia ora será la primera palabra que aprendas cuando te internes en terreno maorí. Conocer su ancestral cultura y sus peculiares ritos es una de las experiencias más gratificantes que te llevarás de tu luna de miel en Nueva Zelanda.
Y es que la cultura maorí va mucho más allá del Haka, danza guerrera mundialmente conocida gracias al equipo de rugby All Blacks. Está repleta de misticismo y de leyendas o pūrākau que encontrarás en cada uno de sus rincones, como la del monte Hikurangi y el semi-dios Māui, los milenarios árboles Tāne-mahuta o la trágica historia de amor de Hinemoa y Tūtānekai en la isla de Mokoia, en el lago Rotorua.
Para conocer desde dentro esta cultura lo mejor es entrar en un marae. Se trata de edificaciones talladas que los maoríes utilizan para eventos tribales importantes. Para poder acceder deberás contar con el permiso de los locales, que te harán participar en una ceremonia de bienvenida, llamada pōwhiri, para eliminar el tapu (lo sagrado) y formar parte de la comunidad.
La danza, los cánticos, los tatuajes, los textiles, los tallados de madera y piedra, la espiritualidad… La cultura maorí te enamorará sin lugar a dudas.
Por todo ello, disfrutar de una luna de miel en Nueva Zelanda es una opción ideal. Si tienes claro que es tu destino, no dudes en consultarnos. En Bhárad confeccionaremos tu luna de miel a medida, un viaje de seguro inolvidable en uno de los países más hermosos del planeta.
- Las fotos que te hiciste en Hobbiton, ¡el auténtico pueblo de los hobbits!
- El día que llegaste a un glaciar en helicóptero y te emocionaste
- Tu crucero por Milford Sound entre cascadas y montañas
- Tu entrada en la caverna de luciérnagas de Waitomo, de las cosas más bonitas que has visto en tu vida
- El día que te zambulliste en las aguas cristalinas de Whitianga
- Ver a los maoríes, montar en una canoa maorí y aprender un haka
- Esa copa de sauvignon blanc de la zona de Marlborough que te tomaste
- Tu trekking por Tongariro National Park y las fotos que te hiciste en esta maravilla volcánica
Luna de miel en Nueva Zelanda
Una luna de miel en Nueva Zelanda es un acierto. Hablamos de la tierra de los paisajes. Tiene bosques tropicales, glaciares, lagos, fiordos, volcanes, zonas termales… Su diversidad paisajística ha hecho del país el escenario por excelencia de los documentales sobre naturaleza y el set de rodaje natural de famosas películas como la saga de El Señor de los Anillos. Una tierra colmada de belleza que se ha convertido en uno de los destinos estrella para aquellas parejas que quieren disfrutar de su luna de miel en un país repleto de encantos.
Luna de miel en Tierra Media
Nueva Zelanda un país pequeño, similar en tamaño a Gran Bretaña o Japón, pero tan lleno de lugares mágicos que exige una buena planificación para poder sacarle el máximo jugo. Con una población de sólo cuatro millones de habitantes, es un país poco habitado y especialmente cálido con los visitantes. En palabras de un antiguo proverbio maorí: “He aha te mea nui o te ao? He tangata! He tangata! He tangata!” (“¿Qué es lo más importante del mundo? ¡Es la gente! ¡Es la gente! ¡Es la gente!”).
Lo ideal es recorrer la isla empezando por el sur para acabar en el norte. El punto de inicio más común es ChristChurch, desde donde podemos ir rumbo sur para visitar la colonia de Pingüinos de Oamaru. Si te gusta la fauna, podrás observar albatros, pingüinos y leones marinos en la Península de Dunedin.
Si lo tuyo son las emociones fuertes, tienes que ir a Queenstown, donde hallarás la mayor variedad de deportes de aventura que puedas imaginar. Una de las experiencias más recomendables se practica en el Cañón Shotover y consiste en navegar en un bote con motor a reacción a lo largo del cañón a alta velocidad.
Un paseo a bordo mucho más relajado es el que puedes realizar en el Lago Manapouri, el más bello de toda Nueva Zelanda. Desde allí podrás dirigirte a los fiordos de Milford Sound y de Doubtful Sound, verdaderas maravillas de la naturaleza.
Caminando entre glaciares y volcanes
La diversidad paisajística de Nueza Zelanda es amplísima. De lagos y fiordos bucólicos, puedes pasar a caminar entre glaciares. Es el caso del Fox Glacier, donde podrás practicar un trekking suave, o del Franz Josef Glacier, a donde podrás subir en helicóptero viviendo una experiencia asombrosa y única.
Y pasados los glaciares, cual héroe de El Señor de los Anillos, puedes llegar a Mordor, o lo que o lo que es lo mismo el Tongariro National Park, situado ya en la isla norte, repleto de volcanes espectaculares. Aunque la zona volcánica por excelencia la encontrarás en Waimangu Volcanic Valley, cerca de la ciudad de Rotorua, cuyos alrededores, como Wai-O-Tapu, el mayor parque geotermal del país, están repletos de zonas para darse baños termales.
Cerca de esta zona podrás visitar Hobbiton, el poblado de los Hobbis y visitar la caverna de las luciérnagas de Waitomo, una experiencia bellísima.
Luna de miel entre maoríes
Kia ora será la primera palabra que aprendas cuando te internes en terreno maorí. Conocer su ancestral cultura y sus peculiares ritos es una de las experiencias más gratificantes que te llevarás de tu luna de miel en Nueva Zelanda.
Y es que la cultura maorí va mucho más allá del Haka, danza guerrera mundialmente conocida gracias al equipo de rugby All Blacks. Está repleta de misticismo y de leyendas o pūrākau que encontrarás en cada uno de sus rincones, como la del monte Hikurangi y el semi-dios Māui, los milenarios árboles Tāne-mahuta o la trágica historia de amor de Hinemoa y Tūtānekai en la isla de Mokoia, en el lago Rotorua.
Para conocer desde dentro esta cultura lo mejor es entrar en un marae. Se trata de edificaciones talladas que los maoríes utilizan para eventos tribales importantes. Para poder acceder deberás contar con el permiso de los locales, que te harán participar en una ceremonia de bienvenida, llamada pōwhiri, para eliminar el tapu (lo sagrado) y formar parte de la comunidad.
La danza, los cánticos, los tatuajes, los textiles, los tallados de madera y piedra, la espiritualidad… La cultura maorí te enamorará sin lugar a dudas.
Por todo ello, disfrutar de una luna de miel en Nueva Zelanda es una opción ideal. Si tienes claro que es tu destino, no dudes en consultarnos. En Bhárad confeccionaremos tu luna de miel a medida, un viaje de seguro inolvidable en uno de los países más hermosos del planeta.
- Las fotos que te hiciste en Hobbiton, ¡el auténtico pueblo de los hobbits!
- El día que llegaste a un glaciar en helicóptero y te emocionaste
- Tu crucero por Milford Sound entre cascadas y montañas
- Tu entrada en la caverna de luciérnagas de Waitomo, de las cosas más bonitas que has visto en tu vida
- El día que te zambulliste en las aguas cristalinas de Whitianga
- Ver a los maoríes, montar en una canoa maorí y aprender un haka
- Esa copa de sauvignon blanc de la zona de Marlborough que te tomaste
- Tu trekking por Tongariro National Park y las fotos que te hiciste en esta maravilla volcánica