Viajar a Austria
Austria es la cuna del imperio de los Habsburgo, época de resplandor que aún perdura en sus palacios. Además de sus magníficas ciudades, viajar a Austria es una magnífica oportunidad para disfrutar de sus paisajes alpinos y practicar deportes de invierno.
Antes de coger el avión a Austria
Austria es un país de Centro Europa que no tiene salida al mar y limita al norte con República Checa y Alemania, al este con Eslovaquia y Hungría, al sur con Eslovenia e Italia y al oeste con Suiza y Liechtenstein.
Viena es la capital de este país con 8,5 millones de habitantes. El idioma oficial de los austriacos es el alemán y la moneda en circulación desde 2002 el Euro (EUR), anteriormente su monea oficial era el chelín austriaco.
Cuándo viajar a Austria
Austria tiene un clima continental y los inviernos son fríos, lluviosos y con nieve con temperaturas muy bajas y veranos donde el termómetro sube hasta los 20 y 30ºC.
La mejor época para viajar a Austria si lo que te gusta son los deportes de invierno y la nieve, son los meses de diciembre a marzo. No obstante, si lo que quieres es visitar las principales ciudades austriacas te recomendamos que lo hagas en los meses de primavera – de abril a junio- o septiembre. En verano hace buen tiempo pero en ocasiones son bastante lluviosos.
Qué ver
Viena: los palacios imperiales de Viena son un de los principales atractivos turístico de esta ciudad. El palacio de Schönbrunn con sus 1440 estancias, era la residencia de verano del emperador o el palacio de Hofburg, el centro del poder de los Habsburgo. Otro lugares interesantes que visitar en Viena son el Palacio de Belvedere, el Museo de Bellas Artes, el barrio de los Museos y el Museo Liechtenstein. Descansa un poco en los Bosques de Viena o en una de sus muchas cafeterías y tabernas típicas.
La carreteras de Grossglockner: este es uno de los mejores trayectos por carretera de Europa. Curvas con forma de herradura y una pendiente considerable, en el camino encontrarás el Parque Nacional Hohe Tauern con unos paisajes únicos de montes nevados, lagos y cascadas. Al final del camino encontramos el majestuoso pico de Grossglockner con 3798m sobre el nivel del mar.
Tirol: practica turismo de aventura realizando rafting en los ríos bravos de Inn o el Sanna en el Tirol. Salta en parapente en el Zilletal o monta en el teleférico y disfruta de las fabulosas vistas.
Eisriesenwelt: es un sistema de cuevas situados en los macizos de Tennen. Esta cueva cuenta con una longitud de 43 km, lo que la convierte en la mayor cueva de hielo del mundo. Descubre en su interior, la sala Eispalast donde hay un palacio de hielo de una belleza inigualable.
Krimmler Wasserfälle: disfruta de las vistas de esta cascada de 380m, la más alta de Europa y observa como el agua en su caída forma arco iris y azota las rocas con dureza.
Semmering: un recorrido en ferrocarril por los Alpes orientales donde se cruzan puentes de piedras, túneles y viaductos. Las espectaculares vistas harán que nunca olvides este viaje.
La Fortaleza de Hohensalzburg: monumento característico de la ciudad de Salzburgo, es la más grande y mejor conservada en Europa.
Innsbruck: adentrarte en los Alpes desde su funicular o visita sus famosas pistas de esquí. Otra visita obligada en esta ciudad es la iglesia gótica de Hofkirche.