Viajar a República Checa
La República Checa es indiscutiblemente Praga pero también es mucho más. Disfruta de sus balnearios naturales con fama internacional o sus parques nacionales donde los hermosos parajes te dejarán sin habla. Castillos, palacios y monumentos pueblan sus encantadoras ciudades repletas de rincones que descubrir y cuyo patrimonio cultural e histórico ha recibido el reconocimiento de la Unesco.
Antes de coger el avión a República Checa
República Checa es un país de Europa Central que no tiene salida al mar. Limita con Alemania al oeste, con Austria al sur, con Eslovaquia al este y con Polonia al norte.
Praga es la capital de este país que cuenta con más de 10 millones de habitantes. El Checo es su idioma oficial y la moneda en circulación es la Corona checa (CZK), cuya conversión en Euros es de 0,038€.
Cuándo viajar a República Checa
Los mejores meses para viajar a la República Checa son los meses que van desde mayo a septiembre.
Qué ver
Praga: esta ciudad con cien torres es una de las más bonitas del mundo y su casco antiguo ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Visita el famoso Reloj Astronómico del Ayuntamiento, las callejuelas del Barrio Judío o el puente de Carlos son motivos más que suficientes para ir a conocerla.
Brno: explora sus pasadizos subterráneos con 8 metros de profundidad. La catedral de estilo gótico de San Pablo y San Pedro sobre la colina Petrov o la fortaleza de Spikberk -una cárcel que ahora es un museo- junto con el Planetario son rincones que te harán enamorarte de esta ciudad.
Karlovy Vary: la ciudad más importante del famoso triángulo de los balnearios – junto a Mariánské Lázně, Františkovy Lázně y Jáchymov – tiene 13 fuentes medicinales donde practicarse tratamientos para diferentes dolencias. Alójate en una casa termal como la lujosa Grandhotel Pupp y disfruta de la paz que transmite este lugar.
Ostrava: conocida por tenes decenas de bares y pubs donde la música suena toda la noche. La call Stodolni es famosa por la fiesta y en las calles aledañas encontrarás puestos de hamburguesas, perritos calientes, kebab o salchichas abiertos hasta altas horas de la madrugada, ¡por si tanto baile y fiesta te da hambre!
Parques nacionales: si te gusta la naturaleza y los deportes al aire libre tienes que visitar el Krkonoše, una de las zonas ecológicas más valiosas de Europa Central que tiene toda la belleza de su pasado glacial y la montaña checa más elevada, el Sněžka. Otro parque que debes visitar es el Šumava y su frondosos bosques y lagos cristalinos. Por último, el parque nacional de Podyjí con un precioso paraje natural creado por los meandros del río Dyje y un clima muy agradable.